Ahora es Dilma!, confirmaron las urnas a la nueva Presidenta de Brasil. Tal como sostenía la candidata en una conferencia de prensa en Porto Alegre: “llegamos al fin de un camino, ahora es la ciudadanía que decide en forma soberana”. Al respecto, amplió diciendo: “quiero enfatizar que en la medida que este proceso llevó a millones de brasileños a votar, se constituye el Brasil en una de las mayores democracias del mundo”.
Posteriormente, la candidata fue recibida por el gobernador electo Tarso Genero, quien manifestó que: “hoy es el día en que tanto Río Grande Do Sul como el Gobierno Federal van a avanzar en el mismo camino” (algo que no sucedió ni en 2002 ni 2006). Cuando se dirigió a los presentes manifestando su alegría por compartir esa mesa con compañeros que estuvieron a lo largo de su vida política, cerró diciendo: “demuestra la capacidad política de la coalición que represento, por eso, agradezco a todos los partidos llegar a este punto del camino”.
Mientras Dilma emprendía su viaje al sur de POA a ejercer su voto y luego a visitar a su hija y nieto, los noteros del CQC brasileño se acercaban a increparle si la llamarían presidente/a. Tras almorzar, se dirigió al aeropuerto para viajar a Brasilia, donde aguardó los resultados de la elección. A partir de las 18 hs, las bocas de urna dieron anunciaron una diferencia de 14 puntos a favor de Dilma, de ahí en más fue puro festejo. En su primer elección, Dilma logra la presidencia de la república.
“La esperanza venció al miedo” fueron las palabras del tornero mecánico devenido en Presidente de la República hace 8 años. Con esa idea, Lula se propuso marcar un nuevo tiempo histórico, así como el “fico”, la “República” o el “Petróleo e nosso” que fijaron grandes consensos nacionales en Brasil. Ahora Dilma puso nuevamente el tema del petróleo como base soberana para el Brasil, y tendrá el desafío de administrarlos desde el Estado, con la responsabilidad de conducir los destinos de los brasileños. Comienza sin duda una nueva etapa en Brasil y América Latina toda.
Cabe destacar que Porto Alegre es para Dilma como el ABCD para Lula. Es en esta ciudad donde ella participó del movimiento estudiantil y de la resistencia a la dictadura, incluso dentro de grupos armados. Es en la capital gauchá donde participó de la reorganización del partido varguista, el PDT, desde el cuál participó en el gobierno de Olivio Dutra para luego enrolarse en el PT.
Si el movimiento metalúrgico del conurbano paulista marcó un perfil del PT, la experiencia del Presupuesto Participativo le dio una base de construcción programática al partido. Porque en plena caída del Muro de Berlín, los portoalegrenses le dieron ese proyecto para la gestión municipal que hoy es referencia para la izquierda mundial. Además, aquí en Porto Alegre comenzó el Foro Social Mundial, un espacio que irradia en el planeta la construcción de la idea que Otro Mundo es Posible.
Justamente es un desafío para el nuevo gobierno de Dilma, es recuperar ese aporte de la Democracia Participativa que marcó la identidad del PT. Tal como afirmó Tarso Genro: “vamos a avanzar en sintonía con el Gobierno Federal”. Seguramente que hayan recuperado la gobernación será un aporte para acompañar esa propuesta. Por lo pronto, este domingo Dilma entrará en la historia del pueblo brasileño.
En ese camino, tendrá que encarar temas que quedaron pendientes en el gobierno Lula, como la Reforma Política que en si mismo generó su instalación como candidata. A su vez, tendrá que consolidar el despliegue de transformaciones abiertas por las políticas sociales, como el programa Bolsa Familia, para fortalecer programas productivos sustentables en largo plazo. El PAC (Programa de Aceleración del Crecimiento) pareciese marcar ese rumbo.
A su vez, tendrá que dar sostenibilidad a la integración regional y consolidar la inserción internacional de Brasil en los mercados no tradicionales, como China, India y Rusia.
La tendencia económica parece favorable, a diferencia del comienzo de la gestión Lula, Dilma encara una fase de crecimiento potenciada por los recursos de la pre –salt (las nuevas reservas de PETROBRAS) lo que le permitirá continuar el sendero profundizando la distribución de ingresos. Todo indica que en el traspaso de la banda presidencial la estrella petista seguirá brillando.
Ahora es Dilma!, y la esperanza brasileña aún tiene posibilidades de alcanzar una sociedad más justa e igualitaria, y existen condiciones para prosperar en ese sentido. La elección de Dilma marca ese camino, donde Brasil ahora tiene un tono de mujer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario