Actualidad Brasileña: “Monetarismo Desarrollista” y “Detrás de la Guerra Narco”
Por Ricardo Romero*
Monetarismo Desarrollista
Con la confirmación del nuevo equipo económico de Dilma se mantiene la política combinada de ortodoxia monetaria con desarrollismo estatal. Esta política es aplicada desde la asunción del dúo Guido Mantega y Enrique Meirelles, quienes desarrollaron una política monetaria restrictiva desde el Banco Central, con un real sobrevaluado, y el despliegue de inversiones estatales expansivas desarrolladas desde el Ministerio de Planificación.
Manteniendo al pivote Mantega, ahora su compañero en el Central será el gaucho Alexandre Tombini y desde Planificación tendrá el apoyo de Miriam Belchior. De este manera, Dilma intentará mantener una política que a Lula le dio resultados, a partir una sostenida disciplina fiscal y monetaria impulsaron el crecimiento que le permitió generar recursos para redistribuir y así incluir a millones de brasileños/as al consumo.
La tendencia parece sostenerse con la aplicación del Programa de Aceleración del Crecimiento, que daría sostén a mediano plazo, retroalimentado por la expansión de la recaudación fiscal, lo que retroalimenta la dinámica de desarrollo. Si a esto sumamos las reservas petroleras descubiertas, el panorama indica un buen marco para desplegar políticas de asistencia y fortalecer aquellas que incentivan pequeños y micro emprendimientos productivos.
No todo es color de rosa, la sobrevaluación del Real pone en alerta la situación de competitividad, que si bien es compensada por exportaciones baratas de argentina, complementarias a las industrias de exportación brasileña que logran insertarse en mercados inelásticos para la absorción de su producción en el marco del BRIC, puede jugar en contra en el largo plazo provocando fugas de capital y otros vaivenes financieros. Además de perjudicarnos como socios estratégicos de esa dinámica.
Detrás de la Guerra Narco
Los acontecimientos que se desarrollan en las Favelas de Vila Cruzeiro y del Complejo Alemao en Río de Janeiro se dan en el cierre de la gestión Lula, que implican allanar un eje problemático en el gobierno de Dilma, ¿en qué sentido?, Brasil será sede del Mundial en 2014 y de las Olimpiadas 2016, por lo que la Ciudad de Río será un epicentro de afluencia internacional. Por lo cual, se trata de hacer una acción que podría generar críticas en la nueva gestión.
El año pasado, a dos semanas de haber sido electa Río de Janeiro como sede de las Olimpiadas, Lula se comprometió a “limpiar” la ciudad de esa suciedad que la cubre (el narcotráfico). Y de hecho, en su programa semanal de radio, afirmó que: “ocupar las favelas es el comienzo de una guerra que van a ganar”, refiriéndose al despliegue de 2700 policías y militares que realizaron durante esta semana para despojar esta zona del control del narcotráfico y arrestar a 20 supuestos delincuentes, 50 fusiles y 13 toneladas de marihuana.
Y esta acción la realiza un gobierno que se va, tratando de evitar el desgaste que puede llevar una acción represiva. Que tal como lo refleja el twittero René Silva en @vozdacomunidade, que estuvo cubriendo los acontecimientos en forma on line, el pánico que padece la población de las favelas, las cuales quedan presas del tiroteo a oscuras porque sistemáticamente cortan la luz para las operaciones, son la contracara de estas acciones. De hecho, esta cobertura lo llevó de 180 seguidores a más de 30 mil!
Controlado el Complejo Alemao, Lula tiene previsto visitarlo para inaugurar las obras que desarrolla en la región y marcar que avanzará en esta guerra y generar las condiciones para el desarrollo de los acontecimientos internacionales por venir. Y tal como lo solicitó el Gobernador Cabral, el Ejército brasileño estará por varios meses para lograr ese objetivo. Queda cómo reflexión este despliegue alcana para evitar complicaciones a futuro en el gobierno de Dilma.
* Politólogo UBA/UNSAM
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