martes, 30 de septiembre de 2014

Brasil no logra salir de su dependencia. Entrevista a Gonzalo Rojas

Brasil no logra salir de su dependencia


Entrevista a Gonzalo Rojas
Profesor e investigador de la Universidad Federal de Campina Grande -Paraíba

“Inserto en la academia brasileña, estudia los límites estructurales de la inserción internacional de un Brasil semi-colonial, afirma Rojas”


Por: Ricardo Romero – Politólogo UBA/UNSAM www.sobrelatinoamerica.com.ar


Los gobiernos “posneoliberales” están buscando consolidar sus proyectos en este mundo global. Desde una mirada crítica, Gonzalo Rojas, un estudioso de las relaciones internacionales conversó con Tiempo Argentino sobre los límites del desarrollo brasileño. Reside hace trece años en Brasil. Politólogo argentino con doctorado en ciencia política por la Universidad de San Pablo y pos doctorado por la Universidad Estadual de Campinas. Actualmente es profesor en el programa de posgrado de la Universidad Federal de Campina Grande (UFCG) en Paraíba.
¿El tema latinoamericano no es muy demandando en Brasil, te costo insertarlo?
No costo insertarlo porque tenes libertad de presentar los temas. En realidad, ese menos interés es de las ciencias sociales en general, no de un programa o de otro, existe ese problema, pero cada vez hay una mayor conciencia de tener que estudiar América Latina, si bien son contenidos relativamente marginales en la academia, si comparas con otros tipos de temas, instituciones políticas, metodología cuantitativa o sistema de partidos; que son temas que rigen a la ciencia política hegemónica, nosotros en el equipo de investigación Praxis nos posicionamos desde una perspectiva contra hegemónica, por lo que discutimos teoría política o coyuntura política latinoamericana y mundial.
¿Con qué enfoque abordan el tema?
Desde el punto de vista de las relaciones internacionales, partimos de una lectura gramsciana, que sostiene que la política internacional es expresión de las relaciones de fuerza entre las clases y de la política de la clase dominante en cada país manifestada en el plano mundial. Trabajamos con este punto de vista, que no es el abordaje tradicional gramsciano de las relaciones internacionales, ni el realismo conservador ni el basado en los Estados en la formación de un “hegemon”. A partir de este marco de comprender las relaciones de fuerza en cada país, utilizamos dos conceptos: “formación económica social” de Marx, para estudiar cada país, y “desarrollo desigual y combinado” de Trosky. Nuestra lectura de Gramsci es una lectura leninista.

¿Cómo se aplica eso?
Y en el marco de ver a Brasil, podemos comenzar afirmando que no puede tener una política interna regresiva y una política externa progresiva, que es uno de los mitos cuando se habla de política internacional en Brasil. Donde podes ser bueno afuera y adentro no tanto. Para nosotros existe una coherencia entre la existencia de un modelo neoliberal, que continúa siendo hegemónico y que se expresa en la autonomía del Banco Central, en el equilibrio macroeconómico, pago de la deuda, la ocupación en Haití, con la política internacional de Brasil. Porque si bien hubo un cambio al interior del modelo, donde un sector de la burguesía interna asociada al capital internacional quedó con más fuerza con más poder que en la era de Fernando Henrique Cardoso, se mantiene la base macroeconómica, y ahora se da más peso al Estado, pero para garantizar el desarrollo de las empresas brasileñas en el plano mundial. Porque la política de Brasil es fortalecer a través del BNDES (Banco Nacional de Desarrollo) a las grandes empresas brasileñas para que actúen en el plano internacional.
Tal como les decía Lula, anímense a ser trasnacionales
Si pero con la plata de BNDES. Que en realidad vos tenes un discurso neodesarrollista que oculta las dificultades estructurales de un país semi-colonial, que es algo que nadie dice. Porque el discurso aparece como neodesarrollista pro eso no tiene relación con una cuestión estructural, donde Brasil se presenta como un país muy rico en recursos naturales, con una cierta estabilidad política, al menos hasta las movilizaciones de junio del año pasado, y este fomento a las empresas brasileñas para que sean “empresas globales”, pero que pasa, es un mito esto que las economías de los países emergentes irían a salvar al capitalismo de la crisis mundial, especialmente desde el 2008 donde se toman a Brasil, India o Rusia, o sea que los BRICS como salvadores del capitalismo. Hay un discurso neodesarrollista, que no hace un balance de por qué el desarrollismo fracasó en América Latina y cómo el neoliberalismo fue una respuesta, de derecha, contra la clase trabajadora, pero fue una respuesta a la crisis del desarrollismo, y parece que porque tenes la crisis capitalista mundial y del neoliberalismo podes volver a Keynes o hablar de desarrollismo sin hacer un balance de por qué fracasó. Y fue por las propias cuestiones estructurales de las burguesías internas por lo menos en nuestros países.
¿A qué te referís con fracaso?
Es que es imposible pensar un desarrollo capitalista autónomo brasileño por fuera de los marcos del imperialismo. Hay una situación muy paradójica, Estados Unidos es la principal fuerza militar, que tiene una crisis de hegemonía, pero que no es una crisis de dominación, porque si bien ya no arenga a todos tan fácil, nadie rompe mucho tampoco, porque nadie cuestiona la división internacional del trabajo impuesta por el imperialismo, los BRICS no cuestionan esta división. Se sueña con tratar de construir un capitalismo autónomo, pero cuál es el problema, en la medida en que países como Brasil tratan de construirlo, parecen olvidarse que entran a partir de sus recursos naturales y con productos sin valor agregado, siendo desde el punto de vista tecnológico una dependencia absoluta, desde el punto de vista cultural ni hablar, y desde lo político también ya que no hay una ruptura con el imperialismo. Entonces se da una situación en que se vive una nueva situación política pero lo que tenemos un Brasil en América Latina con un discurso “neodesarrollista”, tratando de ser líder regional, pero teniendo en cuenta que las características de la inserción de Brasil en el mercado internacional capitalista, hace que sea cada vez más dependiente. Entonces cual es la combinación, recursos naturales con la tasa de interés que en los últimos años fue la más alta del mundo, y eso hizo que los capitales que no tenían rendimiento en los países centrales entren a Brasil, así vos tenes una sobrevalorización del real en ese contexto, donde se beneficia a estas empresas brasileñas que con un dólar barato pueden ir a competir en el mercado mundial capitalista, asociadas al Estado.
¿Cómo acompaña el Estado?
Y esto lleva a la necesidad de acciones en política internacional de Brasil, te doy un ejemplo, como es Haití, allí las principales empresas que están son de capital brasileño. De hecho, el propio José Alencar, ex vicepresidente de Lula, era un empresario que tenía negocios allí. Y lo que pasó con el Tipnis en Bolivia, donde esta creación de infraestructura tiene como objetivo beneficiar a la burguesía brasileña asociada a los grandes capitales imperialistas. Por eso, esta combinación de factores hace, frente a lo mucho que se dice, que la política internacional de Brasil no sea progresista en términos internacionales, sino que es la expresión de las relaciones de fuerza de las clases que existe en el país y que se proyecta.
¿Y cómo se relaciona Brasil con América Latina?
La intención de Brasil en este momento es de presentarse como cabeza de una serie, de América del Sur al menos, y eso lleva también a ciertos conflictos y ciertas categorizaciones, mismo de autores críticos que puede ser mal interpretada. Hay gente que dice que Brasil puede ser sub-imperialista, citando a Rui Mauro Marini que es un intelectual del ala izquierda de la teoría de la dependencia. La profesora Virginia Fontes, historiadora de Río de Janeiro, a quien admiro, afirma que, Brasil es capital-imperialista, más que sub-imperialista. Es real que en términos políticos como la forma en que aparece la defensa de los intereses comerciales de Brasil frente a Paraguay, Uruguay o Bolivia, pero según nuestra interpretación no podemos decir que Brasil tiene condiciones de convertirse en sub-imperialista o capital-imperialista, sino que en realidad expresa estos niveles de explotación y dominación porque es lo que precisa para integrarse de mejor manera al mercado capitalista sin cuestionar la hegemonía.

¿Ni siquiera con una estrategia articulada en los BRICS?

De los BRICS es de lo que más se habla en Brasil, pero es un espacio es muy heterogéneo, no es lo mismo China y Rusia o que Brasil y la India. Porque una cosa son los países de los “socialismos reales” que se incorporan al mercado mundial, que serían países más claramente dependientes, pero en el caso de Brasil detrás de todo esto se presenta una profunda dependencia y aparece como un país típicamente semi-colonial, desde el punto de vista analítico, donde el desarrollo desigual y combinado de Brasil hace que se encuentre un poco de lo más moderno con cosas super atrasadas. En síntesis para los marxistas la dependencia económica y la dependencia política son las características de los países semi-coloniales como Brasil o Argentina, salvando las diferencias.

El PT se juega todo por el todo

Tiempo Argentino
http://tiempo.infonews.com/nota/133871/el-pt-se-juega-el-todo-por-el-todo

El PT se juega el todo por el todo 

OPINAN

  • Ricardo Romero
30 de Septiembre de 2014 OPINIÓN 
El relevo de Eduardo Campos por Marina Silva provocó una hecatombe en el tablero político brasileño. No más, ni menos, porque cambia el escenario de primera vuelta, donde todo indica que por ahora Dilma Rousseff pasaría a enfrentar mano a mano a la ecologista en la segunda vuelta, y si bien el resultado del primer turno podría ser más tranquilo de lo que reflejan las encuestas, en el balotaje la situación puede cambiar drásticamente para el PT. 
El relevo de Eduardo Campos por Marina Silva provocó una hecatombe en el tablero político brasileño. No más, ni menos, porque cambia el escenario de primera vuelta, donde todo indica que por ahora Dilma Rousseff pasaría a enfrentar mano a mano a la ecologista en la segunda vuelta, y si bien el resultado del primer turno podría ser más tranquilo de lo que reflejan las encuestas, en el balotaje la situación puede cambiar drásticamente para el PT.
Para las elecciones del 5 de octubre, las encuestas dan una media de 38 puntos a favor de Dilma Rousseff. Sin embargo, hay que tener presente que los testeos se realizan preponderantemente en centros urbanos, por lo que se subestima el peso territorial del PT y el PMDB. Con esos mismos guarismos proyectados sin indecisos se ubicaría por encima de los 40 puntos y podría ser más alto de lo que indican las cifras publicadas por las consultoras.
Algo similar sucede con Aecio Neves y la presencia nacional del PSDB y los Demócratas (ex PFL) en el territorio, donde si bien las encuestas le dan una media de 18 puntos, difícilmente baje el 20 por ciento.
En la misma línea, con bastante incentivo mediático, Marina Silva recibe una medición con un media de 28 puntos, cuando difícilmente esté superando a nivel nacional los 25 puntos, por la escasa presencia de su figura más allá de los grandes centros urbanos. Sin embargo, hay algo que a esta altura resulta cierto:  es la clara contendiente de Dilma Rousseff en segunda vuelta.
Y si el escenario es menos complejo en primera vuelta para el PT, la contienda del 26 de octubre lo coloca en la más dura de las batallas de su historia. Más allá de que los manuales dicen que una diferencia del 10 % es irremontable, en los balotajes brasileños se han presentado excepciones.
Además, este escenario es bien distinto a los anteriores en los que participó el PT, porque el traslado casi automático que recibía de los votos del espectro alternativo, que hoy ocupa Marina Silva pero que en su oportunidad fueron Heloisa Helena y Cristobam Buarque, esta vez estará disputando votos de los tucanos, que son más bien refractarios del PT, por lo que la lógica de 60/40, que se vivió en los anteriores balotajes, se traslada a un escenario más cercano a un 50/50.
Por eso, este balotaje puede dar sorpresas, e incluso no es descabellado pensar un acuerdo entre Marina Silva y Aecio Neves, ya que de hecho ella va a tener que negociar con el PSDB una coalición de gestión si quiere mostrar un mínimo de gobernabilidad de cara al electorado.
A su vez, el PT puede tener fuga de votos del PMDB, que aliado en la primera vuelta –con el vicepresidente Michel Temer– tendrá a los referentes locales traccionando votos a Dilma, pero una vez electos serán pocos los incentivos para movilizarse en la decisiva segunda vuelta.
En definitiva, la política brasileña está inmersa hoy en un vertiginoso proceso donde el PT se juega el todo por el todo.


martes, 9 de septiembre de 2014

Dos Mujeres un Brasil _ Entrevista



http://www.reporteindigo.com/reporte/mundo/dos-mujeres-un-brasil



Dos mujeres, un Brasil

Marina Silva y la presidenta Dilma Rousseff protagonizan una guerra de ataques rumbo a las elecciones. Analistas entrevistados predicen una contienda reñida que se definirá en debates televisivos
 
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"Me parece que Marina puede ganar, pero para eso depende que Dilma principalmente y los otros candidatos no exploren sus contradicciones"
Rogerio García Fernández
Politólogo brasileño
"Dilma es un hueso duro de roer, no va a permitir y no va a ser fácil para Marina Silva, a pesar de su verborragia, desestructurar un discurso sólido, que tiene Rousseff"
Ricardo Romero
Analista argentino especializado en Brasil
Una ex empleada doméstica que domina las encuestas de popularidad, una presidenta exguerrillera que busca su reelección y un candidato que murió en un accidente de avión que dejó un caos en la política del país.
Como si fuera una de sus típicas telenovelas, este es el escenario rumbo a la elección presidencial de Brasil, donde la nueva candidata del Partido Socialista Brasileño (PSB), Marina Silva, busca impedir la reelección de Dilma Rousseff, del Partido del Trabajo (PT).
Silva es la principal favorita desde el 20 de agosto, cuando oficializó su candidatura tras el avionazo en el que murió el anterior aspirante de su partido Eduardo Campos. 
Pero su carrera presidencial ahora tambalea por sus contradicciones, su relación con los pastores evangélicos y sus deslices en los debates televisivos.
Ibope, Estado y Tv Globo publicaron un sondeo la semana pasada que revela que Dilma Rousseff ganó tres puntos en las preferencias electorales de la primera vuelta para ubicarse en 37 por ciento, contra el 33 por ciento de Marina Silva.
Para la segunda ronda, muestra la encuesta, Dilma subió tres puntos en la intención de voto para situarse en 39 por ciento, por lo que ahora está a siete puntos de Silva, en vez de nueve.
Analistas entrevistados por Reporte Indigo coinciden en que, dado que el 70 por ciento del electorado apoya a alguna de las dos candidatas, ambas atacarán los puntos débiles de la otra para recobrar ventaja.
Por lo tanto, predicen que será una reñida carrera que se decidirá en los debates televisivos y la postura de la oposición.
Marina: alternativa y contradictoria
Los puntos débiles de Marina Silva son sus propuestas contradictorias, pues ella representa a tres sectores sociales: la oposición joven y de izquierda, los evangélicos y los ambientalistas, explica el politólogo brasileño Rogerio García Fernández. 
“Ella detiene tres tipos distintos de electores y no compatibles en muchos temas”, expone el también investigador en Comunicación Audiovisual de la Complutense de Madrid.
“Ahora que está disputando la victoria tendrá que defenderse, lo que seguramente generará contradicciones entre los tres grupos como ya pasó  en el caso de los LGBT y los pastores evangélicos”, agrega.
Silva perdió credibilidad cuando eliminó su propuesta a favor del matrimonio homosexual apenas unas horas después de las críticas de algunos pastores brasileños.
Además, aunque ella es ambientalista, su candidato a vicepresidente, Beto Albuquerque, tiene cuestionables nexos con los agronegocios, su campaña recibió donativos de un empresario de celulosa e impulsó una ley a favor de los transgénicos.
“Nos quedan casi dos meses para la segunda ronda de las elecciones, en este momento me parece que Marina puede ganar, pero para eso depende que Dilma principalmente y los otros candidatos no exploren sus contradicciones en la campaña”, indica García.
“Dilma, Lula (el expresidente), los partidos, los sindicatos y los movimientos sociales que apoyan a Dilma pueden decir ya que no darán la paz política a Marina si se elige”.
Dilma: fuerza y oposición 
Pese al fenómeno de Marina, el politólogo argentino Ricardo Romero asegura que Dilma es una política con fuerza y que eso se muestra en los debates televisivos.
“Dilma Rousseff es un hueso duro de roer, no va a permitir y no va a ser fácil para Marina Silva, a pesar de su verborragia, desestructurar un discurso sólido, que tiene Rousseff”, indica el analista especializado en Brasil.
Romero sugiere que la derrota de Dilma sería un golpe para Latinoamérica.
“Perder el liderazgo o el rol que está teniendo el PT en América Latina para la construcción de espacios multilaterales americanistas, va a ser un peso decisivo y creo que eso se perdería con una elección de Marina Silva”, detalla.
El analista considera que el factor decisivo será ver cómo se articula el voto del resto de partidos de oposición.
“La muerte de Campos precipitó un cambio de posicionamiento de Marina Silva en el cual se refuerza su proyección electoral y a la vez se refuerzan ciertas adhesiones a partir de pensar la posibilidad a partir de pensar en un voto crítico al Gobierno de Rousseff”, precisa.
“Y en ese sentido, hay un impulso por parte de los medios de colocar a Marina Silva como una posible disputa al gobierno de Rousseff”, añade.

Balance crítico de los gobiernos post-neoliberales en América Latina

http://sur.infonews.com/nota/9982/balance-critico-de-los-gobiernos-post-neoliberales-en-america-latina


Conversatorio en la UBA

Balance crítico de los gobiernos post neoliberales en América latina

El politólogo brasileño Emir Sader presentó su libro Lula-Dilma, 10 años de gobiernos post-neoliberales y dialogó con Miradas al Sur sobre las realidades actuales y las posibilidades de cambios profundos en los países de la región.

Balance crítico de los gobiernos post neoliberales en América latina

Cada tanto, el Instituto Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, como modalidad de trabajo realiza lo que llaman “conversatorios”, donde invitan a importante intelectuales para charlar con los investigadores de esa casa de estudios y reflexionar sobre temas de coyuntura. En esta ocasión, convido al Profesor Emir Sader, politólogo brasileño, vinculado al Partido de los Trabajadores y el Movimiento de los Sin Tierra, ex secretario ejecutivo de Clacso y actual Profesor en la Universidad de San Pablo y Río de Janeiro.
En un ambiente más que agradable, con medialunas y café, en una salita pequeña pero colmada con una treintena de investigadores del instituto, tras la presentación de Carolina Mera, directora del Instituto, y la presentación de Julián Rebón, ex director de la casa, Emir Sader comenzó agradeciendo el desayuno y la primavera de Buenos Aires, un elogio para la sonrisa de los participantes, para luego comenzar con la presentación de su trabajo. En esta oportunidad, el intelectual de la izquierda latinoamericana, comenzó con la presentación de su libro Lula-Dilma. 10 años de gobiernos post-neoliberales en Brasil.
Un libro que fue apoyado por el Instituto Lula, donde tuvo la libertad de invitar a 50 diferentes intelectuales para reflexionar sobre los diez años de gobierno del PT, que como casi todos los gobiernos progresistas de América latina, es un gobierno de tipo pragmático y empírico, que a consideración del Emir Sader, avanzó por la línea de menor resistencia y que Lula es la personificación de eso. El libro tiene artículos críticos referidos a temas sobre políticas de medios de comunicación, reforma agraria, medio ambiente, entre otros. Desde su publicación en portugués, en seis meses superó el millón de descargas y ahora se edita en español. (Miradas al Sur dispuso un link para su descarga en portugués, para bajarlo ir a: http://bit.ly/1Ep1EwD.
En primer término, Emir Sader abordó el concepto de post-neoliberalismo, y sostuvo que “es una categoría descriptiva, porque cuando vino el neoliberalismo desconcertó a todos, por la avalancha que traía, por la supuesta modernización de la derecha, por la expansión universal que logró. Algunas personas de la izquierda, con cierta razón, decían que el neoliberalismo era la versión más radical del capitalismo, transforma todo en mercancía, y sólo salimos de eso con el socialismo. Teóricamente podría ser, no es que cerremos el tema, porque la verdad es que el Estado de Bienestar fue un paréntesis en la lógica liberal del capitalismo, el neoliberalismo mercantiliza todo, y sólo se sale con el socialismo. Pero: ¿qué pasa con la correlación de fuerzas?, que no muestra eso, porque el neoliberalismo viene del marco de un retroceso global enorme; para mencionarlo claramente, salimos de un mundo bipolar a uno unipolar, bajo una hegemonía imperial que cambió la correlación de fuerzas, lo que implicó un cambio inmenso, y la victoria de los Estados Unidos no fue sólo una victoria política, sino que fue una victoria ideológica”.
Ampliando el concepto de victoria ideológica, Emir Sader sostuvo: “En la guerra fría había dos interpretaciones del mundo, supuestamente, una que decía que la contradicción fundamental era entre “Socialismo” y “Capitalismo”, personificado en el campo socialista, y la otra que la centraba entre “Democracia y Autoritarismo” que derrotó al totalitarismo Nazi-fascista y ahora derrotaba al estalinismo. Pero en ese marco ellos ganaron, porque como Democracia, quedó la Democracia Liberal, y el capitalismo quedó como la economía. Además, la victoria ideológica monstruosa del modo de vida norteamericano, todo lo que está aparejado con su hegemonía. Además, se agotó un ciclo largo expansivo del capitalismo, lo que para Hobsbawm había sido la era de oro del capitalismo, desde el final de la segunda guerra hasta final de los años setenta, para el ingreso a un ciclo largo recesivo. A su vez, salimos de un modelo hegemónico regulador del bienestar social, keynesiano, a un modelo liberal de mercado. Esos tres factores se conjugan para marcar un retroceso brutal en la correlación de fuerzas a escala mundial; por eso, no basta con plantear una solución socialista, porque no hubo una derrota sólo del modelo soviético, la imagen socialista, del Estado, de la política, de los partidos, de los sindicatos (guack, sonrisas) se han desprestigiado; por lo que el socialismo se debilitó”.
Este escenario provocó un cambio de polaridad, que pasó de Capitalismo-Socialismo a Neoliberalismo-AntiNeoliberalismo, según Sader: “El socialismo salió de la agenda mundial. Se puede hablar de Socialismo del siglo XXI, pero nadie puede decir que en Venezuela hay socialismo. Es un objetivo, como Fidel dijo en 1961 “seremos todos socialistas”, pero lo cierto es que salió de la agenda. Con la irrupción del neoliberalismo el tema actual es consolidación o superación. De ahí el concepto de post-neoliberalismo para gobiernos que están en procesos de superación. Es significativo que en todas las elecciones, las polarizaciones se dan entre gobiernos progresistas posneoliberales y alternativas a derecha, con programas neoliberales. Incluso en Brasil, políticos que salen del gobierno para hacer una oposición pretendidamente de izquierda van rápidamente con la derecha, sea Eduardo Campos, que era socialista, o Marina Silva, que es ecologista, asumen el modelo económico consolidado. Lo que se da es que en la sociedad está anclada la polarización neoliberalismo vs antineoliberalismo. Esa es una realidad, no es la que queremos. Y las fuerzas de ultraizquierda, con el respeto que hay que tener por ellas, no han logrado consolidarse como fuerzas alternativas, pero la idea de que vamos a salir de esto con el socialismo, no agarra apoyo en la sociedad. Esa es la polarización, por eso post-neoliberalismo, para darle un nombre que no significa nada, simplemente algo posterior”.
En definitiva, el post-neoliberalismo es expresado por las actuales gestiones en América latina y tiene elementos que lo diferencia de la etapa anterior. En palabras de Sader: “Los gobiernos progresistas tienen tres elementos en común por lo que se puede decir que han roto con lo esencial del neoliberalismo. En primer lugar, la prioridad no es el ajuste fiscal, son las políticas sociales. Porque tanto Argentina y Brasil están en estancamiento económico, o en crecimiento vegetativo, pero se siguen implementando las políticas sociales, es la prioridad en el continente de América latina, la región más desigual del mundo, por lo que es el tema central nuestro; eso ya cambia radicalmente respecto a los gobiernos neoliberales. En segundo lugar, la prioridad no son los tratados de libre comercio con Estados Unidos, sino que es la integración regional y la relación Sur-Sur, lo también cambia nuestra inserción en el mundo. En tercer lugar, no es la centralidad del mercado, se rescata al Estado como instrumento que induce el crecimiento económico y garantiza derechos sociales. Tres elementos centrales, creo, políticas sociales, alianza regional y rescate del Estado, por lo que en su naturaleza son claramente distintos a los gobiernos neoliberales”.
Si bien los gobiernos de Venezuela, Bolivia o Ecuador pueden tener componentes anticapitalistas, frente a Argentina, Uruguay y Brasil que subyace la lógica antineoliberal, para Emir Sader los mismos pueden considerarse post-neoliberales, porque “consideramos que este concepto, descriptivo, apunta a rasgos y fenómenos sin decir conceptualmente lo que es. Y sí entendemos que decir que es igual a lo que fue el neoliberalismo es equivocado, decir que es más de lo que es, es errado. Porque si bien están en el marco del capitalismo, tienen una lógica opuesta al capital. En Brasil nunca se eligió a alguien contra el mercado, ahora sí, cualquiera sea lo que corresponda a la palabra mercado. Todo el gran empresariado estuvo con la derecha, todo. La Bolsa de Valores, toda con la derecha. Porque la lógica de nuestros países es la distribución de renta. Y este gran empresariado acumula riquezas con la exportación y el consumo agroexterno del mercado, no quieren producir lo que necesitan las nuevas capas emergentes y a su vez demandan gente que tenga recursos para comprar. Esa contradicción, es porque tienen su capital en las manos y la democratización social choca con eso. Por eso hay momentos en que se juegan a invertir y también a realizar boicots políticos al gobierno, quieren seguir ganando plata pero también apuestan a cambiar políticamente”.
Como cierre, Emir Saber expuso las contradicciones de esta nueva etapa y los desafíos que tienen estos gobiernos. Al respecto dijo: “Ellos quieren producir soja o coches, y la especulación financiera para ellos es cara. Además, cuando gobiernos como Brasil, para protegerse del terrorismo inflacionario, sube la tasa de interés les facilita la especulación financiera. Entonces hay una lógica allí donde se gana mucho más en la bolsa de valores que en cualquier inversión productiva. Porque tiene más liquidez, paga menos impuestos, una lógica diabólica, que se fomenta cuando se mantiene la tasa de interés alta. Hay una contradicción ahora que hace que nuestros procesos estén en su límite. Porque no hemos cambiado la estructura de poder más profunda de nuestras sociedades. Avanzamos por la ley de menor resistencia, no hay política social neoliberal por aquí, los tratados de libre comercio en Estados Unidos no tenían buenos antecedentes, no daban grandes perspectivas para la situación regional, y todavía más con la crisis de 2008 no entender al Estado como palanca fundamental de resistencia a la crisis, es una tontería. Lo que implica un avance en ese orden, pero no rompimos con algo fundamental, la hegemonía del capital financiero, porque esta fase de ciclo largo recesivo se profundiza, porque la hegemonía no está en el capital productivo sino en el especulativo. En tanto Reagan sostenía que había que desregular todo, porque hay muchos frenos a la inversión, Marx afirmaba que el capital no está para producir sino para acumular”, síntesis que recibió el aplauso de los investigadores.

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Pasado el susto,viene el balance

http://sur.infonews.com/nota/9980/pasado-el-susto-viene-el-balance

El frente neodesarrollista está en crisis

domingo, 28 de septiembre de 2014

El frente neodesarrollista está en crisis en Brasil







http://sur.infonews.com/nota/9676/el-frente-neodesarrollista-esta-en-crisis-en-brasil


Entrevista. Armando Boito Jr.

El frente neodesarrollista está en crisis en Brasil

El frente neodesarrollista  está en crisis en Brasil
armando boito jr., JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON, EMILIO TADDEI Y ATILIO BORóN EN LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DE LA UBA.
Brasil en Debate. Al referirse al tema, Boito Jr. comentó que: “La coyuntura brasileña presenta hoy una gran complejidad, que está inmersa en un cuadro mayor, que implica un período donde en Brasil hay una división muy clara entre el campo político neodesarrollista y el campo neoliberal ortodoxo. Digo neoliberal ortodoxo porque el campo neodesarrollista no ha roto con el neoliberalismo, pero lo ha moderado, lo ha reformado, y ésta es la división principal, a mi manera de ver”.
A su vez, siguiendo con el marco de análisis marxista, Boito Jr. relacionó la articulación social de cada campo de pensamiento. Así marcó: “El neodesarrollismo no es simplemente una corriente de pensamiento, cualquiera que sea la crítica, ella tiene, como todas las corrientes importantes de pensamiento, vínculos en la política y en la sociedad con los intereses sociales económicos de las clases. El neodesarrollismo está estructurado con la gran burguesía interna brasileña, que es una fracción de la burguesía brasileña, representa a esta fracción, pero se apoya en sectores populares, que la política neodesarrollista atiende también”.
Como reflexión, Boito Jr. sostuvo que neoliberalismo se ha extendido con tanta fuerza: “Porque hay una selección crítica de las ideas, que se han tomado las ideas neoliberales por el gran capital financiero internacional, que en Brasil la fracción de la burguesía está integrada a este capital. Por eso, también el neoliberalismo representa mucho más que una escuela de pensamiento, independiente de la conciencia de los neoliberales, y lo que importa es esta vinculación para el análisis de la política brasileña. Representa a esa fracción de la burguesía, pero se sustenta en un sector que no pertenece a la clase dominante, las capas ricas de las clases medias”.
Esta división lleva a diferentes discusiones en el campo socialista y marxista de Brasil sobre cómo deben ubicarse las clases populares. En tal sentido, Boito Jr. comentó que existen dos grandes posiciones: “Una que dice que hay que quedar fuera de esta división, porque tenemos de un lado una fracción de la burguesía, del otro lado, otra; o bien tenemos élites de los dos lados; o bien tenemos capitalismo de los dos lados, las clases populares deben quedar fuera de este juego. Las organizaciones o los intelectuales que eligen esta opción son aislados en la política en Brasil, no logran crecer, no logran una acumulación. (…) La otra posición dice que hay tomar partido entre estos campos, porque a pesar de ser una división al interior de la burguesía, esto no es indiferente para las clases populares. Este es un debate presente de máxima importancia en Brasil”.

El neodesarrollismo está en crisis. El dato más relevante, Boito Jr. lo marcó al sostener que la novedad en esta coyuntura brasileña es que el frente político neodesarrollista está en crisis, a su entender porque “las contradicciones en el interior de este frente político han sido siempre muy agudas, porque es un frente muy heterogéneo, donde tenemos una fracción de la burguesía, una de la más grande, tenemos clases medias también, junto a campesinos, obreros y trabajadores marginales, con intereses muy dispares. Ha habido siempre contradicciones pero en esta coyuntura particularmente después de 2013, se exacerbaron. Este es un primer elemento de la crisis del frente político neodesarrollista”.
Refiriéndose a la crisis, Boito Jr. atribuyó su aceleración a tres condiciones generales: la retracción del crecimiento económico, sumado a la aproximación de las elecciones, que a diferencia de 2006 y 2010 se realizan en un contexto de recesión, y a la presión de Estados Unidos en América latina. Según el brasileño: “No es solamente en Venezuela que el gobierno norteamericano coloca su dedo, no es solamente allá, es también en Argentina y en Brasil, de manera diferente, es verdad. En Brasil hay una presión enorme del FMI, que un mes sí y otro no, emite documentos contra la política económica del país, lo que provoca que el riesgo internacional presione para abajo la impresión de la evolución de la economía brasileña, a lo que se suma la presión de la prensa internacional, etc., etc., etc.”.
Sin embargo, Boito Jr. centró el problema de la crisis en las contradicciones del frente neodesarrollista, que al describirlas comentó: “El movimiento sindical viene creciendo en su número de huelgas y en la obtención de aumentos salariales, que al estar subiendo mucho empiezan a perturbar los acuerdos que existen dentro del frente. El movimiento campesino, que ha recibido una política social específica de financiación pública, de mercados institucionales; pero los campesinos sin tierra, los pobres, ha recibido muy poco, casi nada de la política social del frente neodesarrollista. Y algo interesante de la crisis, es que hay toda una capa de las clases medias que pudieron llegar a la universidad gracias a la política educacional de los gobiernos del PT, pero que no encuentran ahora empleos en el nivel del que pensaban que podían encontrar. Esto estuvo en la base de las manifestaciones de junio de 2013. Y esto abre otro debate, porque no fue una manifestación juvenil, porque los campesinos o los obreros, todos son jóvenes en algún momento de la vida, aquí fue la juventud de una capa social específica, que es esta clase media trabajadora que ha alcanzado niveles universitarios”.
¿Qué hacer? A partir de la crisis del frente neodesarrollista, según Boito Jr. surgen interrogantes, “es un momento terminal del frente neodesarrollista, o al contrario, es que este frente político logrará recomponerse, y de lograrlo, se compondrá a derecha o a izquierda. Es que este frente abre una oportunidad para el avance del movimiento popular o al contrario”. A su vez, el brasileño alertó que las contradicciones “minaron el apoyo popular del frente neodesarrollista, y que han facilitado el ataque de las fuerzas de la reacción contra las políticas del frente. No estoy diciendo que las luchas populares le hacen el juego a la derecha, porque tenemos luchas en curso que el pensamiento crítico debe sustentarlas. Pero debo decir que sí hay luchas que son instrumentalizadas por la derecha, doy un ejemplo, tal vez el más importante, los grandes medios –la prensa, la radio, la televisión– han estimulado un movimiento contra la Copa del Mundo, ‘no va a haber Copa’, ésta era la consigna, un movimiento que no aportaba nada al movimiento popular y solamente desgastaba electoralmente la candidatura del gobierno, del Partido dos Trabalhadores, y propiciando el crecimiento de los candidatos de la derecha”.

Dilma juega al ajedrez

http://sur.infonews.com/notas/dilma-juega-al-ajedrez

Observatorio Política Brasileña

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